Viena es una ciudad en la que probablemente, como sucede en la mayoría de capitales, necesitarías permanecer por más de un día para poder conocerla a fondo, pero, por si sólo dispones de 24 horas para visitar esta ciudad austríaca, hemos preparado para ti una cuidada selección de los lugares que no deberías dejar de visitar.
Los lugares que no te puedes perder
Si vas a visitar Viena en un día sin duda deberías empezar tu visitar por la avenida de forma circular que rodea todo el centro de Viena y separa los barrios de Hofburg y Stephansdom de todo lo demás que queda de ciudad. En esta avenida podrás observar un gran número de las obras arquitectónicas con las que cuenta la ciudad. No dejes de dar un bonito paseo por la Ringstrasse o si no tienes ganas de caminar, recorre esta concurrida avenida en tranvía, pues sin duda es una visita obligatoria.
Aquí podrás y deberás visitar el palacio Hofburg, el cual durante más de seiscientos años ha sido la residencia de los Habsburgo. El Parlamento de Austria será sin duda otra parada obligatoria. Éste se construyó dentro de la renovación de la avenida Ringstrasse y se trata de un edificio de corte neoclásico que podrás visitar con un guía si te interesa hacerlo, pero teniendo en cuenta que dispones de poco tiempo, lo mejor será que lo veas desde el exterior.
Tu siguiente parada obligatoria si sólo dispones de un día en la ciudad deberá ser sin ninguna duda la Ópera de Viena. Se trata de la más importante, reconocida a nivel mundial y podrás visitarla con un guía. Esta visita si te la recomendamos, pues es espectacular y sin duda no deberías dejar de verla por dentro pues además las explicaciones de los guías son realmente recomendables, interesantes y económicas.
Los palacios de Schönbrunn, la residencia de verano de la familia imperial durante muchísimos años y el de Belvedere, diseñado como residencia de verano del Príncipe de Saboya, y actualmente museo de arte, merecen también una visita, si te queda tiempo. Así como tampoco deberías dejar de visitar la Biblioteca Nacional Austriaca pues se trata sin duda de una de las bibliotecas más bonitas de todo el mundo, construida por orden del emperador Carlos VI en el siglo XVIII.
Otros lugares interesantes
Además de las visitas culturales imprescindibles, existen algunos lugares con encanto que sin duda también te gustará visitar. El Prater es un lugar de ocio en el que está ubicado el parque de atracciones que cuenta con más antigüedad de todo el mundo. Históricamente fue utilizado como coto de caza, hasta que se abrió al público y se inauguró un parque de atracciones muchas de las cuales se conservan intactas. En ella se puede observar un antiguo tiovivo o una espectacular noria de hace más de cien años, que tuvo que ser restaurada tras la guerra.
La Casa de Mozart es otra visita que puede resultar interesante. Podrás ver los cuatro pisos, conocer datos sobre la vida del músico y revisar los lugares en los que vivió. En el sótano esta casa cuenta con un centro de aprendizaje donde se pueden aprender muchos datos sobre el maestro.
La Torre y el Parque del Danubio también puede ser unos lugares interesantes para visitar. La Torre cuenta con 252 metros de altura y desde ella podrás observar unas buenas vistas de la ciudad. Se trata de un mirador que a su vez cuenta con un original restaurante giratorio en el que las vistas no dejan de cambiar donde probablemente también disfrutarás de una rica cena o comida.
Si te gustan los caballos, tampoco deberías dejar de visitar la Escuela Española de Equitación de Viena, pues se trata de un lugar que está especialmente dedicado a la doma clásica y a la equitación en general dónde se mantiene intacta este tipo de técnica con una tradición que lleva vigente más de cuatrocientos años siendo la escuela una de las instituciones más destacadas de toda Viena.
Reponer fuerzas al estilo Vienés
Y si con tanto ajetreo quieres descansar no deberías dejar de probar un romántico paseo en carro de caballos. O si se te abre el apetito, no te preocupes porque podrás acudir al mercado Naschmarkt. Este lugar es uno de los mercados más famosos de toda Viena y en él podrás encontrar desde puestos de flores hasta un gran número de alimentos como pastas, pan o carne. Si no te apetece tomar nada del mercado siempre podrás comer allí puesto que los puestos están ubicados alrededor de un gran número de restaurantes internacionales a buenos precios, así que tendrás opciones para elegir.
Si estás cansado y o quieres reponer fuerzas y entrar en calor porque hace frío, no deberías dejar de visitar algún café y probar uno de los elementos dulces más característicos de la cocina de la zona, la tarta Sácher, que podrás probar en el café Leopold Hawelka, que es sin duda un lugar con tradición en la ciudad cuya visita seguro que te encantará y donde podrás disfrutar también de un rico café Vienés acompañando a un Mohr im hemd de chocolate. Si quieres tomar algo más consistente, podrás degustar unas tradicionales salchichas o el filete empanado gigante típico de la ciudad en restaurantes como el Gasthaus Pöschl.