¿Te encuentras de viaje por Italia y tienes previsto visitar la ciudad de Romeo y Julieta pero no dispones más que de un día para hacerlo? Eso no es un problema pues a continuación te presentamos algunos lugares que no te puedes perder y algunos consejos para que disfrutes al máximo de tu viaje.
En primer lugar, para conocer la ciudad sin perderte detalle tienes distintas opciones: la primera de ellas, y quizá la más interesante es que te hagas con una Verona Card. Gracias a esta tarjeta, cuyo precio oscila entre los quince y los veinte euros, podrás visitar todos los monumentos y zonas turísticas de interés de esta bonita ciudad.
Puedes elegir para empezar tu viaje la plaza central donde podrás visitar el anfiteatro Arena de Verona, el más grande después del Coliseo. Alrededor de esta zona, si tienes que hacer alguna compra o quieres tomar algo, puedes encontrar multitud de locales comerciales y de restaurantes. Enseguida te encontrarás con la Piezza delle Erbe, donde hay podrás visitar diferentes monumentos y estatuas. Aquí también se encuentra el lugar más alto de toda la ciudad, la Torre dei Lamberti, donde podrás disfrutar de unas bonitas vistas aunque tendrás que pagar por ello y soportar unas campanas que cada treinta minutos suenan muy fuerte.
Pero la primera parada obligatoria será sin duda el famoso balcón de Romeo y Julieta. Se trata de un lugar emblemático que siempre está lleno de gente. Podrás visitar el patio, la casa de Julieta e incluso salir al balcón.
También deberías visitar el Duomo di Verona. Esta bonita Catedral de estilo románico merece, si cabe, una visita. Y si disfrutas de la arquitectura, lo mejor será que también te hagas con un buen mapa de los monumentos que existen en la ciudad y te dediques a visitar el gran número de iglesias que existen en ella, pero, si prefieres emplear tu corta estancia en otras cosas, un gran opción es pasear al lado del río hasta el museo del Teatro Romano, donde podrás disfrutar de unos maravillosos jardines.
Después de aquí, otra parada obligatoria será el museo Castevecchio, ubicado en la fortaleza de Scaligera. Por último, al igual que comenzaste con el balcón, deberías completar tu visita con la impresionante tumba de Julieta, que encontrarás en el convento de los capuchinos, donde también podrás visitar el museo de Cavalcaselle. Además, para reponer fuerzas, no deberías pasar sin probar el delicioso e inigualable helado italiano de la heladería Savoia, que está ubicada en la Vía Roma, delante del anfiteatro Arena, pues seguro que no lo olvidarás.