10 consejos para montar a caballo en una ruta

Una de las actividades más demandadas en los últimos años entre los amantes de la montaña es la de montar a caballo, algo al alcance de todos siempre y cuando la economía acompañe. No obstante, las actividades ecuestres deben contar son supervisión de un experto, sobre todo cuando todavía se es inexperto. Para que puedas disfrutar al máximo de tu escapada a lomos de un noble corcel, vamos a darte 10 consejos para montar a caballo en una ruta y hacer de la actividad una experiencia inolvidable.

Entrena antes de hacer la ruta

Montar a caballo es algo que parece muy sencillo de hacer, pero en la práctica se requieren de ciertas destrezas para montar con todas las garantías. Un buen monitor puede enseñarte a afrontar caídas, evitar lesiones graves a causa de las mismas o cómo dirigir adecuadamente un caballo, algo vital para que disfrutes de la ruta en condiciones. Además, es importante que conozcas qué medidas de precaución has de tomar, qué elementos van a resultar indispensables durante tu escapada (como el caso, innegociable), además de conocer las vicisitudes del camino que tienes pensado tomar y que pueden afectar a la estabilidad del equino.

No intentes ir por libre

Seguro que alguna vez te has encontrado al valiente que se cree Clint Eastwood en caballo y cabalga como si fuera un vaquero, yendo por libre, saliéndose de la ruta marcada y tentando al animal para ir más rápido. Esto es peligrosísimo, no solo por el estrés que se le genera al caballo al hacer gala de este tipo de comportamientos, sino que compromete tu integridad física: estás llevando al caballo por una ruta que seguramente no conocerá, exponiéndote a eventuales caídas de diversa gravedad y, además, retrasando al resto del grupo. Aunque desde fuera parezca muy divertido, cabalgar sobre un caballo estresado que quiere deshacerse de ti es de todo menos agradable. Respeta al caballo como él te respeta a ti y no quebrantes las normas.

Lleva el equipamiento necesario

Tómate el caballo como si fuera una moto: sin casco, no te subas. Las caídas desde sus lomos suelen voltear el cuerpo, exponiendo la cabeza a golpes fuertes y pudiendo comprometer muy seriamente tu integridad física. Seguro que conoces el caso de Christopher Reeve, el mítico actor que interpretó a Superman en la gran pantalla y que quedó tetrapléjico a causa de una caída durante un concurso de hípica. Montar a caballo siempre entraña riesgos por la altura del animal y por las malas caídas que pueden producirse al ir a gran velocidad y sin la protección adecuada. ¡Ponte siempre el casco, y haz caso de todas las indicaciones de los monitores!

Respeta al caballo

Los caballos son de los mamíferos más empáticos, enormemente sensibles y con una habilidad para captar sentimientos y reacciones emocionales ajenas fuera de lo común. Un caballo va a regalarte toda su hermosura y su nobleza para hacer de tu viaje una experiencia inolvidable, así que págaselo con la misma moneda tratándolo con cariño y respetándolo en todo momento. Él te lleva gustoso a cualquier parte de la ruta, qué menos que darle todo tu amor mientras vas sobre sus lomos, ¿no?

Mantén la distancia mínima

En las rutas grupales es muy conveniente guardar una distancia de seguridad de aproximadamente un metro entre miembros de ruta. De este modo das a tu compañero equino una mayor libertad de movimiento, reduciendo su sensación de agobio y ganando en seguridad al evitar tropiezos y aglomeraciones.

Apuesta por el contacto visual

Si, por cualquier motivo, el caballo se estresa durante la ruta o notas cualquier tipo de comportamiento extraño, trata de calmarlo bajándote del caballo. Es mejor hacerlo desde el suelo que exponiéndote a sufrir una aparatosa caída. Además, el contacto visual da mucha paz al equino, y verte fomentará su relajación y le ayudará a reducir los niveles de estrés.

Utiliza botas antideslizantes

Es importante que las botas que lleves sean antideslizantes y que cuenten con un taco de, por lo menos, dos centímetros y medio. Al apoyarte en los estribos, asegúrate de que el pie está introducido hasta la parte más ancha, no más allá. De este modo, evitarás quedarte enganchado al estribo en caso de caída, una situación delicada y muy peligrosa para el jinete.

Maniobras de emergencia

En un paseo tranquilo por ruta no debería de pasar nada, pero los caballos pueden presentar en ocasiones un comportamiento un tanto impredecible, y este es el causante de gran parte de las caídas accidentales de los jinetes. Un monitor te enseñará cómo realizar ciertas maniobras de emergencia para evitar lesiones o caídas aparatosas.

Rutas a caballo por Valencia

Los paseos a caballo por la orilla de la playa durante un amanecer o a la caída del Sol forman parte del conjunto idílico colectivo de actividades a realizar en momentos de ocio, pero las rutas por parajes rurales cuentan cada vez con mayor número de demandantes. Algunas de estas actividades incluso pueden reservarse por Internet, como las que propone la empresa valenciana de turismo Ruting en su portal web, donde puedes consultar también los distintos recorridos y tarifas según la actividad elegida, así como la duración de la misma. Tal y como puedes ver en https://www.ruting.es/rutas-caballo-valencia/, disfrutar de una ruta desde Valencia a Requena está a tu alcance por una tarifa que parte de los 20 euros. En esa misma localidad también se ofertan excursiones guiadas a caballo en campo abierto, y en las que pueden participar los más pequeños de la casa para fomentar no solo las actividades en familia y disfrutar de una actividad agradable al aire libre, sino para inculcarles el amor hacia estos bellos animales y trabajar el respeto por la naturaleza mientras aprenden divirtiéndose.

Pon los cinco sentidos

Entendemos que una ruta a caballo está para disfrutarla, pero conviene poner los cinco sentidos cuando estés a lomos del caballo para detectar posibles cambios de humor repentinos o alguna fisura de seguridad en el grupo que te acompaña. Los caballos son enormemente sensibles a los cambios emocionales y de percepción, y el nerviosismo de uno rápidamente se contagiará al resto del grupo, por lo que conviene estar atento a todas estas señales.

Utiliza chalecos de protección

El torso es una de las partes más afectadas en las caídas, solo por detrás de la cabeza. Las fracturas de costillas o las lesiones musculares en el abdomen están a la orden del día entre los que montan a caballo, sobre todo en los dedicados a las carreras o los concursos. Un chaleco anticaídas puede amortiguar los daños causados al caer y evitar males mayores.