Qué ver en Santander en un día

Si estás planificando viajar por el norte de España, debes saber que Santander es una parada obligatoria. Abierta al mar por dos caras, la capital cántabra se ha convertido en un enclave turístico de gran relevancia para esta Comunidad Autónoma, quizá debido a su gran cantidad de atractivos turísticos, de los cuáles vamos a recomendarte los principales que consideramos que debes visitar en tu parada de un día por Santander.

Edificio del Banco Santander

Es uno de los puntos estrellas de la ciudad y su fachada nada tiene que envidiar a la de la Galería Vittorio Emanuel II de Milán. Se trata de una construcción neoclásica a espaldas del casco antiguo de la ciudad. Su fachada cuenta con cuatro estructuras de Blanes y son meras representaciones de la cultura, el comercio, las artes y la navegación, tan importantes en la construcción de esta ciudad.

Catedral de Santander

Todavía se pueden apreciar los restos de su origen gótico, ya que está Catedral fue reconstruida. Te recomendamos subir al campanario del templo, donde encontrarás el Museo de Interpretación de la Historia de Santander. Allí podrás ver la maqueta que enseña cómo era la ciudad antes del incendio que la arrasó.

Plaza Porticada

Esta Plaza surgió con posterioridad al incendio que asoló la ciudad. Es un punto de encuentro para santanderinos, en especial porque aquí se acogen los eventos culturales de la ciudad. Además, en esta Plaza podrás visitar el Centro Arqueológico de la Muralla Medieval, el lugar que recoge los restos hallados de esta fortaleza, aunque debes saber que, en realidad, la muralla no tenía fines defensivos, sino comerciales.

Mercado de la Esperanza

El de la Esperanza es el más importante de los mercados de la capital cántabra. Casi todas las mañanas se celebra en su parte trasera un mercadillo que va variando según el día, vendiendo frutas, verduras o utensilios varios a precios variados.

Funicular del Río Pila

Como leemos en este artículo sobre qué ver en Santanderlas mejores vistas de la ciudad pueden encontrarse subiendo al funicular del Río Pila, en especial si te gusta disfrutar del atardecer y del cielo arrebolado.

Bahía de Santander desde la duna Zaera

El encanto de este lugar es su grada, ya que tiene una bajada escalonada pensada para que los visitantes que llegan hasta aquí puedan sentarse a contemplar el paisaje. El lugar perfecto donde escapar del bullicio de la ciudad. Para llegar hasta aquí tendrás que atravesar el Dique de Gamazo, otra visita interesante.

Palacete del Embarcadero

A lo largo de su historia, ha sido utilizado para gran cantidad de usos, desde una estación de pasajeros hasta convertirse en la sede de la policía armada de Santander. En la actualidad, este singular edificio sirve como Centro de Difusión Cultural y en su interior se pueden visitar algunas exposiciones.

Los Raqueros

Si no te desvías del paseo de la playa, llegarás a estas esculturas, levantadas en honor a todos los niños sin recursos del silo XIX que eran humillados por las personas más pudientes lanzando monedas al mar para verlos bucear tratando de alcanzarlas.

Sardinero

Es uno de los barrios con más presencia turística de Santander y, también, uno de los más elegantes, con un casino, el Palacio de Congresos y el de Deportes, etcétera. Consta de dos playas en pleno núcleo urbano de la ciudad. Si te preguntas la razón de su nombre es, básicamente, porque durante una gran cantidad de tiempo fue un caladero de sardinas.

Península de la Magdalena

Es, probablemente, uno de los espacios más valorados por los ciudadanos locales de la propia ciudad y el sitio ideal para poder realizar infinidad de actividades en sus 25 hectáreas de territorio. En su interior se encuentra el Palacio de la Magdalena, que fue construido como regalo de la ciudad para los Reyes de España para ser su residencia veraniega. Es uno de los símbolos de Santander por tratarse de uno de los ejemplos de arquitectura civil más importantes del país y, desde la parte trasera se observan unas encantadoras vistas al mar y a la bahía, un lugar al que querrás acudir con la batería de la cámara bien cargada, ya que las fotos desde allí son espectaculares.