Crucero por el Mediterráneo con MSC: experiencia personal

¿Te imaginas poder conocer las ciudades más importantes de Europa meridional? ¿Y navegar entre las claras y cristalinas aguas del mar Mediterráneo disfrutando de los amaneceres y anocheceres mientras degustas una copa del mejor vino? Pues, deja de imaginar porque esto es posible y, además, a un precio súper económico.

¡Buen día! Hoy quería hablaros sobre mi experiencia personal en uno de los cruceros más bonitos y completos que he tenido la oportunidad de realizar, en este caso junto a mi mujer y a mi hijo de 6 años. Me refiero a uno de los cruceros organizados por la empresa naviera MSC Cruceros. Aunque no es el primer crucero en el que me embarco, como sabréis, este me ha sorprendió muy gratamente. De hecho, mi idea y la de mi mujer era aprovechar al máximo el viaje para conocer las principales ciudades de la Europa bañada por el Mediterráneo —cosa que pudimos hacer sin problemas—, pero he de reconocer que nos perdimos algunos destinos del completo itinerario para poder disfrutar más del crucero. Y es que, después de la caminata que realizamos por Venecia, nuestros pies ya no resistían un paso más, así que aprovechamos para relajarnos en el SPA y reponer energías para la próxima parada.

Seguro que te estarás preguntando qué paso en ese momento con mi hijo de 6 años. Ahora te explico con más detalles.

Crucero especializado en la conciliación familiar

MSC Cruceros cuenta con una amplia variedad de servicios que están concebidos para que los niños puedan entretenerse con otros niños mientras los adultos realizamos otras actividades —así hicimos en el caso del SPA—. Y es que el buque dispone de un completo servicio especializado en la atención a bebés, niños y adolescentes con un completo catálogo de actividades. Por ejemplo, el Mini y Juniors Club o el Osservatorio Chicco —como si fuera una guardería especializada en juguetes de la marca Chicco—. Tanto uno como el otro nos permiten a los padres conciliar la vida en pareja durante unas horas, aunque, como comentaba las actividades son muchas y siempre habrá algo con lo que tus hijos puedan entretenerse.

De hecho, el crucero también incluye un servicio para disfrutar de las comidas o las cenas en pareja mientras los más pequeños practican unas entretenidas actividades como el Fun Time Dinner y se lo pasan en grande con los profesionales de a bordo y otros muchos más niños de diferentes partes del mundo.

Pero, por supuesto, el ocio en familia también está garantizado. De hecho, algo que nos gustó mucho a los tres fueron los enormes toboganes de agua en la parte de la cubierta del buque y el tiempo que pasamos en la piscina. Aunque si tienes miedo a las alturas quizá no sea una buena opción y es mejor que te quedes únicamente en la piscina. En mi caso recuerdo la adrenalina acompañada de un refrescante baño.

Comer hasta reventar

Sabréis por el resto de mis publicaciones en el blog que algo que siempre tengo en cuenta cuando realizo mis viajes es la calidad de la comida. El conocer nuevos sabores, disfrutar de nuevos platos y degustar todo tipo de comidas autóctonas y populares de cada país es algo que siempre tengo en cuenta en mis viajes. El primer punto a favor para la comida de MSC Cruceros es que tanto el desayuno, la comida y la cena venían incluidas. El segundo es que tenían buffet en los tres casos, por lo que —como es obvio— aprovechamos para comer todo lo que quisimos y recuperar las energías de cada escala—. Por último, destaco también la posibilidad de realizar las comidas y las cenas en los restaurantes. Todos con una calidad excepcional y una variedad de lo más amplia con comida internacional. Recuerdo, especialmente, una comida con un plato de solomillo con ajos tiernos y salsa de pimienta y guarnición de patatas —todavía se me hace agua la boca—.

He de reconocer también que algo que no me esperaba es que los restaurantes fueran tan grandes. De hecho, muchos tenían espacio para celebrar diferentes actuaciones y espectáculos.

Comodidad ante todo

La comodidad del camarote fue máxima. MSC Cruceros son unos expertos en ofrecer un servicio de calidad, sobre todo en la comodidad y relax. Y es que cuando uno piensa en el camarote de un barco se imagina erróneamente un espacio reducido, apretado y sin luz. Afortunadamente, no tiene nada que ver. Los camarotes de los buques han mejorado mucho con el paso del tiempo. En este caso concreto, la cama de matrimonio resultó muy cómoda y el colchón de lo más blandito —quizá fue el cansancio o tal vez no— pero lo cierto es que nunca había dormido tan plácidamente. Además, nuestro hijo durmió en la misma “habitación” con una cama individual para él solo.

El mejor precio

Me dejo este apartado para el final porque, la verdad, es lo que hizo que mi mujer y yo nos decantáramos por este viaje. Y es que tuvimos la suerte de aprovechar una oferta de última hora que abarató considerablemente el precio de nuestro crucero en MSC. Lo encontramos en el portal Cruceros-Mediterraneo, buscador de cruceros por el Mediterráneo todo el año. Además, como nuestro hijo pequeño durmió en el mismo camarote que nosotros no tuvimos que pagar nada por él. Tampoco pagamos un extra por los desayunos, las comidas o las cenas, ya que estas venían incluidas en el pasaje de abordaje —exceptuando, por supuesto, los menús especiales, así como las bebidas que no estaban incluidas—. Es decir, nos ahorramos una importante suma de dinero que nos permitió realizar el viaje de manera despejada.

En nuestro caso contratamos un servicio para dos semanas y pudimos aprovechar para conocer una gran cantidad de lugares por el Mediterráneo en las diferentes escalas que realizamos. De hecho, tenían opciones muy variadas en cuanto a fechas de larga y corta duración, pero también en cuanto al itinerario. Del mío en concreto ya os hablaré más adelante porque, la verdad, conocí un montón de lugares que me gustaría describiros para que, si tenéis la posibilidad, podáis visitarlos.